El capuchino se comenzó a preparar en Viena, luego de la Batalla de Kahlenberg en septiembre de 1683. Inicialmente, utilizaron el café que los turcos habían dejado abandonado en su huída. Para suavizar el amargo sabor de éste, decidieron agregarle crema batida y un poco de miel, lo que le dio un color muy parecido al color de los hábitos de los monjes Capuchinos.

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Instrucciones de preparación

Poner el café fuerte, bien caliente en cada una de las copas.

Calentar la leche hasta justo un momento antes de que comience a hervir. Batir la leche, comenzando desde la superficie, con un batidor eléctrico pequeño hasta que haga suficiente espuma. Verter la espuma de la leche sobre el café.

Adicionar la crema de cacao.

Batir la crema de leche hasta que esté espesa. Ponerla con cuidado sobre cada una de las copas.

Espolvorear con el cacao en polvo.

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