Las galletas de jengibre son una receta muy tradicional y clásica de la navidad. Tanto su forma como su sabor son bastante llamativas tanto para los niños como para los adultos. La costumbre de hacerlas con forma humana, se remonta al siglo XVI.

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Instrucciones de preparación

Separar las yemas de las claras de huevo. En un tazón, mezclar la harina, con el bicarbonato, el jengibre y la canela.

En otro tazón, mezclar la mantequilla con el azúcar moreno. Batir con ayuda de una batidora eléctrica hasta obtener una pasta suave y cremosa. Añadir una a una las yemas de huevo, sin dejar de batir, hasta que la mezcla sea uniforme. Agregar la mezcla de harina y la melaza, batiendo hasta mezclarlos completamente.

Amasar con las manos hasta suavizar la masa.

Sobre una superficie plana extender un trozo de papel encerado y espolvorear un poco de harina sobre éste. Poner encima un trozo de masa. Cubrir la porción de masa con otro trozo de papel encerado. Con ayuda de un rodillo adelgazar la masa hasta que alcance un espesor de 5 milímetros (1/2 centímetro).

Con ayuda de un molde para galletas cortar una a una las porciones.

Repetir este proceso hasta usar toda la masa.

Cubrir una lata de hornear con papel encerado. Poner encima las galletas y llevar al horno precalentado a 180°C. Hornear por 15 minutos. Sacar del horno y dejar enfriar.

Para preparar el glaseado imperial (utilizado para decorar las galletas):

Batir una clara de huevo hasta punto de nieve. Sin dejar de batir, añadir poco a poco el azúcar glass hasta obtener una mezcla densa y brillante. Añadir 1/2 cucharada de jugo de limón.

Poner esta mezcla dentro de una manga pastelera con una boquilla fina y decorar. Dejando endurecer durante media hora.

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