El placer de cocinar

Creo que la gran mayoría de las personas disfrutamos de una buena comida (cuando digo buena, me refiero a su sabor, no a la complejidad de su preparación o a su costo. Que no son necesariamente características coincidentes) y si al hacerlo, nos encontramos en compañía de personas que queremos o con quienes compartimos una amistad entrañable, el acto de comer adquiere un encanto adicional.

Sin embargo, el cocinar parece no tener la misma cantidad de adeptos. Las razones pueden ser muy diversas. He aquí una lista de algunas de ellas (sospecho que las más frecuentes):

• Tener que cocinar por obligación y de forma cotidiana
• Considerar que la persona no tiene “buena sazón”
• Considerar que cocinar es muy complicado
• Encontrar difícil la realización de las recetas porque están llenas de términos inentendibles e ingredientes difíciles de conseguir
• No disponer del tiempo suficiente para hacerlo porque cualquier receta toma mucho tiempo

Durante un tiempo yo me escudé en algunas de estas razones para abstenerme de aprender a cocinar. Hoy, luego de descubrir muchos motivos para querer hacerlo cada vez con más profundidad y frecuencia, puedo asegurar, y de ello tengo muchos testigos, que disfruto enormemente el tiempo de que dispongo para entrar en la cocina a explorar alguna receta nueva o a preparar alguna de aquellas que he logrado incorporar a mi “repertorio” (y que mis amigos y familiares suelen reclamar en cada ocasión).

El aprendizaje ha implicado transitar por un largo y maravilloso camino, aprendiendo y perfeccionando técnicas, descubriendo nuevos sabores, aromas y texturas; recorriendo lugares inimaginables; compartiendo y aprendiendo de personas generosas; explorando y estudiando sobre ingredientes, métodos e historias sobre cocina.

El propósito de este blog es precisamente compartir aquellas experiencias, reflexiones y aprendizajes que me han permitido descubrir el encanto que tiene internarme por una o varias horas en la cocina a preparar una receta para compartir con mi familia, con mis amigos o con personas que aprecian el placer de disfrutar una buena comida.

El propósito de este blog es precisamente compartir aquellas experiencias, reflexiones y aprendizajes que me han permitido descubrir el encanto que tiene internarme por un rato o por varias horas en la cocina a preparar una receta (casi siempre sencilla) para compartir con mi familia o con mis amigos.