Existen referencias escritas de la tarta de manzana desde finales del siglo XIV, de los cocineros del Rey Ricardo II de Inglaterra. Si bien se trata de un postre con mucha tradición, hoy en día se conocen múltiples variantes para su preparación y acompañamiento. Aquí presentamos una versión con hojaldre y una cama de salsa de vainilla.

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Instrucciones de preparación

Precalentar el horno a 200°C.

Extender la masa de hojaldre sobre una superficie enharinada. Adelgazarla un poco y formar un rectángulo de unos 40 x 30 centímetros. Forrar una bandeja de hornear con papel aluminio. Poner encima la masa y hacer con cuidado agujeros con ayuda de un tenedor.

Pelar las manzanas y quitarles el corazón. Cortarlas en láminas bien delgadas. Poner las láminas de manzana sobre la masa solapándolas hasta cubrirla  completamente (se puede dejar una pequeña franja de un centímetro en cada borde de la masa). Espolvorear encima el azúcar glas y repartir sobre la manzana los cubitos de mantequilla. 

Hornear durante 30 minutos.

Mientras tanto, separar las claras de las yemas (las claras no se requieren en esta receta). Batir bien las yemas de huevo y ponerlas en un cazo al fuego bajo. Adicionar la esencia de vainilla, la leche, el azúcar moreno y la sal. Mezclar muy bien y cocer revolviendo con frecuencia durante 20 minutos.

Al momento de servir poner en cada plato una cama de salsa de vainilla y encima poner un trozo de la tarta (la cual se puede servir caliente o fría).   

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